¡Hola de nuevo bloguer@s!
Esta semana comenzamos con el
juego de roles y tengo que desempeñar el papel de "Crítico", por lo que tengo que realizar una crítica
social referente a la actualidad. El tema escogido es la repercusión de las
nuevas tecnologías a la hora de comunicarnos y los efectos negativos de esta. Hoy en día pasamos muchas horas
frente a televisiones, ordenadores, tablets, móviles... que nos quitan mucho tiempo
de nuestra vida.
Lo mismo que hay muchas cosas positivas de la tecnología también hay
muchas otras negativas, por ejemplo, la pérdida de capacidad de relación entre
las personas. Nuestra vida gira entorno a ello, pero, ¿Dónde ha quedado el mirarnos
a los ojos para contarnos lo que sentimos? Por desgracia cada vez miramos y
sentimos menos y comunicamos lo que sentimos a través de la pantalla de un
móvil. Es triste, pero es una realidad. Creo que no se puede expresar lo mismo
a través de una pantalla que a la cara…
Debemos concienciarnos de que el avance de las tecnologías es una
ayuda para hacer nuestra vida más fácil, pero debemos saber cuál es límite.
Actualmente creo que la tecnología nos está afectado de una manera negativa en
algunas áreas, por ejemplo, la cantidad de horas que pasa un niño pegado al
televisor. Se pueden dar múltiples circunstancias, pero es evidente que los más
pequeños pasan numerosas horas y que a la larga va a traer efectos negativos, un
ejemplo es la falta de comunicación o la pérdida de visión.
Cada vez son más casos en los que en una familia apenas existe vínculos
padre-hijo y entre otras causas están las tecnologías, los videojuegos. Es
obvio que necesitan su tiempo de ocio, pero no a los límites que estamos llegando.
Otro efecto negativo es la pérdida de visión de los más
pequeños que necesitan gafas para múltiples actividades o incluso para la vida diaria,
es evidente que se ve afectado por las largas horas que pasan jugando o viendo
la tv.
Hay que ser consciente de que evolucionamos
diariamente, pero hay que ser responsables y utilizar estas tecnologías desde
una madurez. Debemos de cambiar esta forma de utilizar las tecnologías y preguntarnos
si queremos esto para un futuro donde un “te quiero” cada vez va a valer menos.
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